La Casa Rosada acusó a Uruguay de no tener "buena fe" en el tema papeleras

Recordó que "el Presidente tendió una mano" para evitar ir a La Haya y criticó que "las discusiones no se puedan resolver en términos diplomáticos".

"Usted cuando tiene buena fe puede negociar cualquier cosa" señaló el ministro Aníbal Fernández que cuestionó "la intransigencia" de Uruguay en el conflicto por las plantas de celulosa que se levantan sobre la orilla oriental del río Uruguay.

El funcionario señaló en diálogo con Radio 10 que "el Presidente ayer tendió una mano" al hacer referencia al pedido presidencial para suspender la construcción de las obras por 90 días para esperar que un estudio ambiental de "los especialistas encuentre una alternativa".

Así, se planteaba la posibilidad de hallar una salida antes de ir al tribunal de La Haya. Pero el ministro cuestionó que "no se puedan resolver las discusiones en términos diplomáticos".

El ministro del Interior repitió que "no se termina de comprender la intransigencia" con la que algunos funcionarios de la vecina orilla rechazan la propuesta del gobierno argentino.

A su vez, el ministro negó que los caminos al Uruguay estén bloqueados. Dijo que los "vehículos van y vienen. Ante la situación compleja, los camiones que van a las papeleras pueden tener problemas pero no el resto de los camiones".

El titular de la cartera política destacó el ámbito elegido por Kirchner para hacer el pedido al presidente uruguayo Tabaré Vázquez, de supender la obra
por 90 días.

"Nada mejor que la asamblea legislativa, donde está asegurada la representación del pueblo, para hacer el pedido", resaltó el ministro, y lamentó nuevamente el rechazo porque "no se condice con la vocación del presidente argentino".

Por su parte, el jefe de gabinete Alberto Fernández calificó de "negativa" la postura de Montevideo y trazó un gráfico del conflicto al sostener que "Uruguay pretende construir a Frankenstein y después si empieza a matar ellos dicen que lo van a corregir".